Será la letra tu trono vitalicio, porque tu mensaje, ese que quisieron forrar con vituperios baladíes, fue hecho para driblar las saetas de la muerte.
La inmortalidad vino a hospedarse en tu nombre, arquetipo de la voz que no se acalla, de la palabra impertérrita y mágica, ideal para derrumbar los prístinos e inútiles alcázares, donde antaño se guardaron ciertas dolamas y delectaciones de Aquel que fue hombre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario