tag:blogger.com,1999:blog-43191750771544290722024-03-14T05:59:08.860-07:00Pájaro deleznableDavid Ayalahttp://www.blogger.com/profile/11296195059241767512noreply@blogger.comBlogger10125tag:blogger.com,1999:blog-4319175077154429072.post-48332750790609573292023-06-15T18:14:00.002-07:002023-06-15T18:18:49.133-07:00El pulpo<div style="text-align: justify;"><br /></div>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"></span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span lang="ES" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3JRTodyQkFIr_mj-L-_-kpB1cmEUU2M4yJ6693wNqFYW6xGhNICptEIPR_OrGimPUcIsEZXnHsnFAq-sMSUasLDS2Pm_Pupi12nHVEbHSq2E0i2z9xa1yRkyP3wsxLr00RxQaR4Rk3RYICqznAXlf0kxqDYIH8ei8V0wllteqd2r4vXMaQ2N6wq3kmQ/s350/6581611089849_LG.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="350" data-original-width="350" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3JRTodyQkFIr_mj-L-_-kpB1cmEUU2M4yJ6693wNqFYW6xGhNICptEIPR_OrGimPUcIsEZXnHsnFAq-sMSUasLDS2Pm_Pupi12nHVEbHSq2E0i2z9xa1yRkyP3wsxLr00RxQaR4Rk3RYICqznAXlf0kxqDYIH8ei8V0wllteqd2r4vXMaQ2N6wq3kmQ/w200-h200/6581611089849_LG.jpg" width="200" /></a></span></span></div><span lang="ES" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><br />No basta decir que me arrepiento. ¿De qué me serviría
ahora que todo <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>se acaba? Fui parte de la
repetición de esa historia en la que cada individuo no piensa más que en sí
mismo. Estultamente, sobrepuse mis intereses a los intereses de los demás; no
cedí a mis pretensiones, no obstante que conocía el daño que con ello ocasionaba
a terceros.<o:p></o:p></span></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Debo confesar que al principio yo era solamente parte
de las justas lides sindicales. De hecho, resultado de mi lucha y esfuerzo fue
la consecución de innumerables contratos colectivos, figura desde mucho antes
ya estatuida en la legislación laboral, lo que significó un gran avance hacia
la reivindicación de la clase obrera. Estos logros constituían una garantía
para mejorar las condiciones de trabajo, pero siempre en función de mantener la
armonía con los sanos intereses de los factores de producción.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">No puedo decir que me arrepiento. Yo luché por el
principio de equidad, para que este se viera claramente reflejado en las
disposiciones constitucionales referidas a la distribución del presupuesto
nacional. Con el paso de los años, mi lucha fue dando sus frutos. Conseguí
grandes mejoras en las condiciones de vida de los trabajadores miembros del
sindicato, en las mías propias. Fue entonces cuando fui perdiendo el enfoque.
Me fue cegando la avaricia, la sed de poder, de fama, de dinero.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Mientras luchaba y conquistaba envidiables beneficios
para mí y para los míos, poco me importó ver la otra cara de la moneda, en la
que se reflejaban los rostros tristes de mujeres embarazadas en riesgo de
perder a sus hijos por no recibir atención obstetra, de operarias de maquila
que habían sido víctimas de accidentes laborales, de vigilantes lesionados de
muerte en cumplimiento de su trabajo, todos ellos trabajadores honrados que también
aportaban parte de sus misérrimos salarios al cumplimiento de una cuota de
seguridad social, sin que ello les diera el derecho de siquiera soñar
prestaciones similares a las de la masa sindical.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Mientras exigía para mis bolsillos, nunca pensé en
ellos, ni en sus hijos, ni en sus condiciones de vida a la orilla de una
quebrada. Aquello era una expresión dantesca de un egoísmo descomunal que hacía
verme cada vez menos humano, como cada uno los ocupantes de aquella ciudad
íngrima y sola en la que cada quien buscaba satisfacer sus deseos y necesidades
personales, a veces en detrimento de los deseos y necesidades del conjunto.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">He confesado que al principio yo era solamente parte
de las justas lides sindicales. Ellas me dieron poder, fama, dinero. Mis
exigencias fueron creciendo en proporción directa con mi investidura. Me
convertí en un pulpo insaciable en mi afán de acumular riquezas. Me alejé de
todos, me refugié en la nada. Abandoné a mi esposa porque ya no me llenaba. Fui
a buscar los placeres de la vida, los viajes, los lujos, las fiestas. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">No basta decir que me arrepiento. ¿De qué me serviría
ahora que todo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>se acaba? Ha habido
alcohol, drogas, mujeres. Ya nada me puede llenar. No sé en cuántas prostitutas
busqué los placeres de la vida. No lo sé. La última de ellas, Jacinta, dijo que
lo que yo necesitaba era reencontrarme. Me llevó a su casa a la orilla de una
quebrada. En mala hora recordé un pasado que ya había conseguido olvidar. Me
inundó la tristeza, la angustia, la ira. Jacinta no me pudo llenar. Quedó
tendida sobre el charco de su propia sangre.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>La mató el revólver que desde mi propia diestra hoy apunta a mi sien.</span></span></p><p style="height: 0px; text-align: left;"><br /></p>David Ayalahttp://www.blogger.com/profile/11296195059241767512noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4319175077154429072.post-37255171869526360232018-06-08T10:03:00.004-07:002023-06-15T18:16:36.398-07:00Metamorfosis poética<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRmqJd11PwuxcyboBnZCNG8S8JO338_ipfDo_tuXY58EfTdW21ktgsUh5V9oA9riq-EGSGKYnptLdBFY457fQOzGXY6oBb5-mrjzjkJBMbbkvaxyGP1tPIg5hWNwmQ6_iIRbelJBVeB8xG/s1600/poesia-750x450.jpg" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: justify;"><img border="0" data-original-height="450" data-original-width="750" height="209" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRmqJd11PwuxcyboBnZCNG8S8JO338_ipfDo_tuXY58EfTdW21ktgsUh5V9oA9riq-EGSGKYnptLdBFY457fQOzGXY6oBb5-mrjzjkJBMbbkvaxyGP1tPIg5hWNwmQ6_iIRbelJBVeB8xG/w349-h209/poesia-750x450.jpg" width="349" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span face=""arial" , "helvetica" , sans-serif" style="color: #666666; font-size: medium;">El sueño también me abandonó antes de que estallara el despertador. Como simple práctica consuetudinaria, la busqué a mi costado con la intención de darle el saludo. Ella no estaba. Al tiempo que me incorporaba al nuevo día, mi mente barajaba hipótesis totalmente alejadas de la realidad. Comprobé que no estaba en el baño y tampoco en la cocina preparando el café. Se había ido. </span><span face=""arial" , "helvetica" , sans-serif" style="color: #666666; font-size: medium;">Recordé la discusión de la noche anterior. Me dijo que se sentía sola, olvidada, reemplazada. Evocó mis años de poeta romántico. Tomó entre sus manos el último de mis poemas. Lo estrujó con ira. Condenó mi supuesta metamorfosis. Yo le expliqué que el mundo es cambiante, que la sociedad es cambiante, que no hay en la actualidad ser alguno que pueda asegurar no haber sido testigo de algún tipo de transformaciones en el devenir histórico. El meollo del asunto es que ella nunca ha estado de acuerdo con mi participación en la lucha sindical. </span><span face=""arial" , "helvetica" , sans-serif" style="color: #666666; font-size: medium;">Yo no miento, amigos. Este mundo ha sido objeto de importantes cambios. Quizá por el hecho de estar en la era de la información, las transformaciones que más hemos advertido han sido las tecnológicas; no obstante, también ha habido, de forma paralela, una serie de adaptaciones en otros áreas como la política y la economía. En ese universo de cambios, para mí no era posible que la poesía, hija predilecta del arte literario, una de las formas más bellas de comunicación y de difusión cultural, se quedase aletargada en el tiempo, resistiéndose a sufrir sus propias transformaciones. </span><span face=""arial" , "helvetica" , sans-serif" style="color: #666666; font-size: medium;">En ese sentido, asumí el compromiso de transfigurar mi poesía, de llevarla al ritmo de la permanente evolución social, de contribuir con ella al perfeccionamiento de la humanidad. Yo amo y respeto a la poesía, no está de más decirlo, porque ella es tan antigua como el ser humano, porque ella está con él desde sus orígenes, como prueba fehaciente de su inteligencia ingénita. Como todo poeta, soy conocedor de las diversas manifestaciones que ha asumido a lo largo de los siglos, cada cual condicionada por cierto determinismo geográfico, demográfico y coyuntural. </span><span face=""arial" , "helvetica" , sans-serif" style="color: #666666; font-size: medium;">Por eso empecé a escribir con más conciencia. Ya no con el propósito de conquistar mujeres. Ya no con la ilusión de vender muchos libros ni de ganar un Premio Nobel. Reflexioné sobre la crisis social, la degradación medioambiental y el creciente deterioro de los valores morales. Mi papel como defensor de la poesía es convertirla en un arma intelectualmente poderosa, para conseguir que el hombre se libere del hombre, para dignificar la lucha por los derechos de los pueblos, para exaltar con palabras las palabras, para venerar la existencia y la continua búsqueda de la felicidad absoluta. </span><span face=""arial" , "helvetica" , sans-serif" style="color: #666666; font-size: medium;">Pero ella vio herido su ego, porque amaba sentirse musa, idolatrada, divinizada. Y yo no estaba dispuesto a involucionar al romanticismo. El último romántico, le expliqué muchas veces, murió dos siglos atrás: mi homónimo. Ella no me perdonó. Tal es la razón por la que se marchó de madrugada. Al mirar sobre el buró, descubrí, resignado, la carta: </span><span face=""arial" , "helvetica" , sans-serif" style="color: #666666; font-size: medium;">“Querido Gustavo: </span><span face=""arial" , "helvetica" , sans-serif" style="color: #666666; font-size: medium;">He decidido alejarme de tu lado, emprender mi propio derrotero. Comprendo que tus letras ya no me pertenecen, que has fijado un horizonte y no puedes desandar el camino. </span><span face=""arial" , "helvetica" , sans-serif" style="color: #666666; font-size: medium;">He vivido extrañando al poeta soñador y enamorado que, en las noches de luna llena, al calor de una fogata, me abrazaba fuertemente, mientras, cariñoso, me susurraba versos al oído. </span><span face=""arial" , "helvetica" , sans-serif" style="color: #666666; font-size: medium;">Tus palabras ya no son las olas límpidas e impetuosas, que atravesaban una y otra vez los mares, y rompían, victoriosas, sobre mí. En aquellos tiempos yo era tu playa, adonde llegabas buscando solaz, donde dibujabas los celajes del atardecer y, como un niño ilusionado y feliz, también construías castillos de arena. </span><span face=""arial" , "helvetica" , sans-serif" style="color: #666666; font-size: medium;">Un clima de melancolía se cierne sobre mi futuro. </span><span face=""arial" , "helvetica" , sans-serif" style="color: #666666; font-size: medium;">Te extrañaré: </span><span face=""arial" , "helvetica" , sans-serif" style="color: #666666; font-size: medium;">Raquel”. </span><span face=""arial" , "helvetica" , sans-serif" style="color: #666666; font-size: medium;">Leí varias veces el papel. Desentrañé cada palabra. Denoté inmensa tristeza en la grafología. Cerré los ojos. No sé si lloré. Y entonces, entonces estrujé la carta. No entenderán mi sacrificio.</span></div>
</div>
David Ayalahttp://www.blogger.com/profile/11296195059241767512noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4319175077154429072.post-43025901748050586672017-06-06T22:04:00.001-07:002017-06-06T22:04:11.739-07:00Cuando el apartheid<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwA9eIw71NJ8o1AXcH5kuWpNgmLcCsDkSqwhUynIqJvJalvUOYqWBb8Z-C_RR50mF1Ytf9aOvccT8_ih7JI5uclKgoS5A3xrYKU29IsIfARxDsBt0VMbwkfVgVWRgcoAZAQk68K1zoLzFp/s1600/images+%25288%2529.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="227" data-original-width="222" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwA9eIw71NJ8o1AXcH5kuWpNgmLcCsDkSqwhUynIqJvJalvUOYqWBb8Z-C_RR50mF1Ytf9aOvccT8_ih7JI5uclKgoS5A3xrYKU29IsIfARxDsBt0VMbwkfVgVWRgcoAZAQk68K1zoLzFp/s1600/images+%25288%2529.jpg" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: large;">Una paz inefable llegó a anidarse, cual ave peregrina, en
el corazón de Barry Smuts, mientras veía por la cristalina ventana la caída de
la tácita noche, que con su negro manto cobijaba la ciudad. Y pensar que aquel hombre
había vivido, durante mucho tiempo, taciturno, trémulo y neurótico ante el
calendario, ante el reloj. Cuán estériles fueron sus deseos de suspender los
días, las horas, los minutos. Porque el tiempo es la única nave en la que se
viaja sin frenos.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 200%;"><span style="font-size: large;">Antes de esa noche, su vida había trajinado
orbicularmente, perdida en un laberinto de tristeza y confusión. El temor le
asfixiaba el alma ante la inminencia de la tarde dolorosa e inevitable en que,
según los vaticinios, se vería obligado a fingir alegría.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 200%;"><span style="font-size: large;">— ¿Qué te pasa, amigo? —preguntó Piet, colocando su
morena mano sobre la espalda de Barry. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 200%;"><span style="font-size: large;">—Nada grave —respondió él—. Soy uno de esos hombres que
sufren por amor.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 200%;"><span style="font-size: large;">Piet Hulley, el
hombre al que una vez había detestado por causa de un estulto y estólido racismo,
le inyectó a su espíritu una vívida
dosis de reflexión, que fue suficiente para hacerle entender que no había nada
que temer. Con alguna cita de Whitman,
proveyó ánimo, esperanza y sosiego al corazón de aquel hombre. Ya no tuvo miedo
de enfrentarse al día inexorable en que vería a Clarice Bower casándose con su
mejor amigo. Gracias a aquel mágico mensaje, pudo tomar temerariamente la pluma
y plasmar su firma como testigo del connubio.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 200%;"><span style="font-size: large;">La tarde fue cálida, matizada y jubilosa, muy diferente a
la tarde gélida, nublada y lúgubre que Barry había imaginado mientras
desencadenaba sollozos ante el reloj, refugiado en la penumbra. Cuando la noche
invadió la ciudad, advirtió que sus pesares habían huido. Ahora se sentía muy
feliz, porque sabía que feliz estaba Clarice, porque sabía que feliz estaba
Piet. Prendió entonces las luces y abrió una botella de champagne. Brindó con
su soledad a la salud de sus dos amigos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 200%;"><span style="font-size: large;">Recordó la mañana silenciosa y fúnebre cuando, solitario,
lloraba sobre el yerto cadáver de su progenitor, quien había muerto la noche
del viernes en que Barry había culminado sus clases en la secundaria. El
sábado, el acongojado mancebo llamó a la escuela para justificar su ausencia en
el paseo de despedida. Todos sus compañeros se fueron al viaje, excepto Clarice
y Piet, quienes inesperadamente tocaron a su puerta y le dieron el pésame. Ese
día Barry entró a formar parte de su club de amigos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 200%;">«El racismo es la más tonta de las obsesiones</span><i><span lang="ES-SV" style="line-height: 200%;">», </span></i><span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 200%;">pensó Barry, mientras degustaba el último sorbo de
champagne. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 200%;"><span style="font-size: large;">En la navidad de 1971, el empresario Frederik Gibson
descubrió los amores de su hija Margaret con Franklin Meyer, uno de los diez
empleados negros de su carpintería en Newcastle. Margaret estaba embarazada. Su madre, Olga
Gibson, desde una silla de ruedas, le externó todo su apoyo y protección, lo
suficiente para que el machismo y el autoritarismo paternal no consiguieran
forzar el aborto. Sin embargo, nadie consiguió evitar que Franklin Meyer fuera
acusado, condenado y encarcelado por el delito de violación.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 200%;"><span style="font-size: large;">Durante nueve meses, Frederik Gibson elevó sus plegarias
suplicando que el bebé naciera blanco. No obstante, en ese mismo ínterin,
orquestó muy bien sus planes para evitar que en la familia existiera un negro.
Cuando Margaret dio a luz, Frederik ordenó a Enoch, su mayordomo, sustraer,
matar y desaparecer al moreno niño. Pero Enoch no tuvo el valor suficiente para
hacerle daño al pequeño. Lo llevó al bosque y, tras abrigarlo con unas mantas, lo
colocó sobre un lecho de hojas secas, al lado de un abedul. Allí lo encontró
Elisabeth, esposa de James Hulley, con quien llevaba años intentando,
inútilmente, concebir un hijo. Siendo un matrimonio de raza blanca, no les
importó tomar e inscribir como suyo a aquel niño, a pesar de las prohibiciones
sociales y jurídicas emanadas del apartheid.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 200%;"><span style="font-size: large;">Como familia pudiente, los Hulley consiguieron matricular
a su hijo en la escuela de Ladysmith, en contraposición a lo que estatuía el
sistema segregacionista, según el cual los negros tenían escaso derecho a la educación y, en
todo caso, no podían ser inscritos en los centros de estudios reservados para
los blancos. De esta manera, Piet era el único niño negro en aquel salón de
clases, y esto lo convirtió rápidamente en víctima de burlas y desprecios. No
obstante, allí conoció a Clarice Bower, hija de Edward y Emma Bower, íntimos
amigos de la familia Hulley, pero férreos defensores de las políticas
discriminatorias. Clarice, sin embargo, tenía un corazón puro y limpio,
dispuesto a sumarse a la hueste temeraria que en diversos ámbitos luchaba sin
tregua contra el hostil racismo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 200%;"><span style="font-size: large;">Hubo en el camino muchos valladares que sortear. La
familia Bower, acaso, el principal. Fue Emma Bower quien, al enterarse de la
estrecha amistad de su hija con Piet Hulley, vilipendió cobardemente al niño y
le contó la verdad de sus orígenes. El niño lloró de tristeza. Razonó, dudó,
concluyó. Ya no quiso buscar
explicaciones en las voces de sus padres; le bastó con estudiar la diferencia
de pieles para encontrar la respuesta que durante mucho tiempo había intentado
descifrar. Elisabeth lo vio llorando. Lo abrazó y le reiteró su cariño.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 200%;"><span style="font-size: large;">Sin embargo, como baja la lluvia de la nube, como cae el
sol por las tardes, la vanidad y orgullo de la familia Bower se desplomaron
años más tarde, cuando su casa fue hipotecada. James Hulley les ofreció asilo.
Ellos, inicialmente, lo rechazaron, se fueron a alquilar un apartamento que más
tarde abandonaron por incapacidad de pago. Regresaron, mansos, y aceptaron la
ayuda de James y, con ello, la amistad de Clarice y Piet.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 200%;"><span style="font-size: large;">Un cariño inmarcesible unía a los dos pequeños, a pesar
de las vicisitudes. Todos en aquella casa eran testigos de la mutua ayuda que
se daban al realizar las tareas. Cada quien aportaba sus ideas para entender y
resolver los problemas matemáticos. En la escuela, Clarice era la amiga única
de Piet, mientras un amplio grupo, entre los que se encontraba Barry Smuts,
seguía promulgando una absurda lucha de razas.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 200%;"><span style="font-size: large;">Fue hasta el día después de finalizadas las clases en la
secundaria cuando Barry comprendió que Clarice y Piet siempre habían sido sus
amigos. Oliver Smuts, su padre, había muerto la noche anterior, víctima de un
paro cardiaco, y él se sentía solo y acongojado. Sus compañeros de lucha se marcharon
al viaje de despedida, ignorando la llamada telefónica. Tan solo Clarice y Piet
renunciaron al paseo para acompañarle en aquel momento fúnebre.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 200%;"><span style="font-size: large;">Barry agradeció el gesto y desnudó el inevitable afecto y
la sublime admiración que subrepticiamente les había tenido siempre. La amistad
con Clarice y Piet se intensificó muy rápidamente. Bastaron unos días para
advertir que ya era miembro de una sociedad de tres. Fue así que caminaron
juntos durante muchos años. Los tres abanderaron la lucha antirracista. Se
aventuraron, bregaron, vencieron. En esas lides se enredaron sus vidas. Clarice
y Piet iban a casarse sin percibir la existencia de un invisible e inevitable
triángulo amoroso. Cuando Barry se dio cuenta de sus sentimientos, supo
simultáneamente que no quedaba nada por hacer. Inocentemente, Piet le propuso
ser testigo de la boda. Su incuestionable bondad, silo acumulador de cariño,
fue suficiente para que Barry aceptara con plena voluntad.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 200%;"><span style="font-size: large;">Pero desde el momento en que hubo impreso su firma como
testigo de la boda, su vida fue soplada por un incomparable prodigio. Se
marchitó el sufrimiento y floreció la ventura con tan solo observar la sonrisa
de los novios y escuchar el arpegio de sus voces cantándole al amor. La
felicidad es efusiva. Barry lo comprobó cuando, después de ocultarse el sol,
algo rutilaba aún desde el fondo de su corazón. La lóbrega noche no apagó su
placidez intestina. Inevitablemente, se sentía feliz.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 200%;"><span style="font-size: large;">—Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero
—repitió varias veces. Nunca comprendió el verso de Neruda.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 200%;"><span style="font-size: large;">Recordó una mujer que en Newcastle le dijo que el amor es
polimorfo. Ella misma, después de perder a un hijo por la maldad de su padre,
dedicó su herencia a la construcción de un albergue para niños desamparados.
Allí había huérfanos negros y blancos. La mujer le anunció la necesidad de más
recursos para financiar las actividades de ayuda. Y entonces Barry Smuts, poseído por una
lúcida y sólida idea, aspiró el último sorbo de champagne y en seguida se
dirigió a su escritorio. Extrajo sus libros contables, los estudió
detenidamente. Nunca antes le inquietó la herencia de Oliver Smuts. Una sonrisa
amatoria se fugó de sus labios.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; line-height: 200%;"><span style="font-size: large;">Antes de acostarse en su lecho de paz, se acercó a la
ventana para ver a través de ella. El cielo lucía perfectamente constelado. El
sueño forastero se hospedó en su cuerpo. Barry apagó las luces y cerró al
instante los escaparates de la realidad. Al llegar el alba, un amor verdadero
esperaba por él.</span><span style="font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
</div>
David Ayalahttp://www.blogger.com/profile/11296195059241767512noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4319175077154429072.post-60222112695678458092015-10-17T20:39:00.001-07:002015-10-17T20:39:17.597-07:00Beso<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<span style="background-color: white; color: #141823; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px;">Para encontrar el infinito</span><br style="background-color: white; color: #141823; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px;" /><span style="background-color: white; color: #141823; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px;">Cerró sus ojos y ella los suyos,</span><br style="background-color: white; color: #141823; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px;" /><span style="background-color: white; color: #141823; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px;">Y se diluyó en una oscuridad sin fronteras,</span><br style="background-color: white; color: #141823; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px;" /><span style="background-color: white; color: #141823; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px;">Pura, límpida, sin efigies ni quimeras.</span><br style="background-color: white; color: #141823; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px;" /><span style="background-color: white; color: #141823; font-family: helvetica, arial, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px;">El gozo que les inundaba requería oscuridad.<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJuGP_6Q2_AH65G5XVHMNTfhOd4T2wQLF6G3wJSzJn1WU8RZBEHMJCCfVWIxboUYUBhKmly0WZfB4LkzcrSQvYzNnkZ9RkVwhCo-iJ5-HWP4ee02paRzN6kRqUMSiCZXBzN3H2IUjOp9oH/s1600/32292-425x282-KissingScene.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJuGP_6Q2_AH65G5XVHMNTfhOd4T2wQLF6G3wJSzJn1WU8RZBEHMJCCfVWIxboUYUBhKmly0WZfB4LkzcrSQvYzNnkZ9RkVwhCo-iJ5-HWP4ee02paRzN6kRqUMSiCZXBzN3H2IUjOp9oH/s1600/32292-425x282-KissingScene.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Añadir leyenda</td></tr>
</tbody></table>
</span></div>
David Ayalahttp://www.blogger.com/profile/11296195059241767512noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4319175077154429072.post-85467170722593359672010-11-21T18:57:00.000-08:002010-11-21T18:58:03.458-08:00Feminismo: distorsionadores y distorsionadoras del lenguaje<span style="font-size: large;">Desde que se gestó la Revolución Feminista, en la segunda mitad del siglo XX, específicamente en los años 60 y 70, las mujeres han venido tomando un importante protagonismo en diferentes ámbitos de la vida cotidiana, esto a nivel mundial. Tal acontecimiento, si bien fue un fenómeno trascendental para la reivindicación de los derechos femeninos, ha conllevado al surgimiento de mociones extremistas que en la actualidad ya rayan con la intolerancia. </span><br />
<span style="font-size: large;">No soy partidario de las luchas de género y mucho menos pretendo entrar en prejuicios cognitivos al opinar sobre la superioridad o inferioridad de uno respecto al otro; más bien quiero tratar el tema desde el punto de vista lingüístico, que es el que me interesa, apoyado en publicaciones de la misma Real Academia de la Lengua.</span><br />
<span style="font-size: large;">En efecto, tal ha sido la lucha por la equidad de género (usada a veces, inclusive, como una forma de demagogia) que hoy día escuchamos a personalidades de la vida pública pronunciar sus discursos de una manera en que pareciera dirigirse a dos públicos en diferentes tribunas. Hablan de ellos y ellas, de los niños y las niñas, de los trabajadores y las trabajadoras...</span><br />
<span style="font-size: large;">Según la misma RAE, este tipo de desdoblamientos son artificiosos e innecesarios desde el punto de vista lingüístico. En los sustantivos que designan seres animados existe la posibilidad del uso genérico del masculino para designar la clase, es decir, a todos los individuos de la especie, sin distinción de sexos: "Todos los ciudadanos mayores de edad tienen derecho a voto".</span><br />
<span style="font-size: large;">La mención explícita del femenino se justifica solo cuando la oposición de sexos es relevante en el contexto: "El desarrollo evolutivo es similar en los niños y las niñas de esa edad". La actual tendencia al desdoblamiento indiscriminado del sustantivo en su forma masculina y femenina va contra el principio de economía del lenguaje y se funda en razones extralingüísticas. Por tanto, deben evitarse estas repeticiones, que generan dificultades sintácticas y de concordancia, y complican innecesariamente la redacción y lectura de los textos.</span><br />
<span style="font-size: large;">El uso genérico del masculino se basa en su condición de término no marcado en la oposición masculino o femenino. Por ello, es incorrecto emplear el femenino para aludir conjuntamente a ambos sexos, con independencia del número de individuos de cada sexo que formen parte del conjunto. Así, "los alumnos" es la única forma correcta de referirse a un grupo mixto, aunque el número de alumnas sea superior al de alumnos varones.</span><br />
<span style="font-size: large;">Aclaradas las implicaciones linguisticas de este fenómeno, les transcribo entonces el primer párrafo de un artículo que un muy querido amigo me compartiera hace algunos meses:</span><br />
<span style="font-size: large;">“Soy decididamente feminista. Pero no de cualquier feminismo, sino del feminismo inteligente y verdaderamente progresista. Un feminismo de mujeres llenas de feminidad, que no envidian ni temen la gloria de los varones, que no quieren ser iguales a ellos porque se saben diferentes y, en tantas cosas, superiores. Amo y admiro ese feminismo auténtico, que asume con alegría el don de la maternidad como uno de sus mayores logros personales, muy por encima del valor de la paternidad”.</span><br />
<span style="font-size: large;">Otro día hablaremos del inadecuado uso del símbolo de la arroba (que no es una letra) para intentar aludir a los dos géneros en una misma idea. Por ahora, mis agradecimientos y saludos a todos y todas.</span>David Ayalahttp://www.blogger.com/profile/11296195059241767512noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4319175077154429072.post-83679487521399883502010-09-14T20:15:00.001-07:002010-09-14T20:33:25.875-07:00Las bienaventuranzas del conocimiento<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisQOTvp-MGlP9dSPoKqILppQYT-GM1iUybdFyq3aTS8ybUQ7leW0uBP36q4XnYjfeRYPfj-MIuhJrfjMuPllsEVMU38K1AJ0nnGlSaGMDAaMzPJXVuZEzJlWCIMQcoLTazM90wNSJtXIll/s1600/1181215505_f.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" qx="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisQOTvp-MGlP9dSPoKqILppQYT-GM1iUybdFyq3aTS8ybUQ7leW0uBP36q4XnYjfeRYPfj-MIuhJrfjMuPllsEVMU38K1AJ0nnGlSaGMDAaMzPJXVuZEzJlWCIMQcoLTazM90wNSJtXIll/s200/1181215505_f.jpg" width="188" /></a></div><span style="font-size: large;">Bienaventurado el hombre cuyos bríos intrínsecos consiguieron colapsar las cadenas del miedo, su temerario pensamiento recorrerá el Universo, cerniendo sus alas por los éteres de la libertad.</span><br />
<span style="font-size: large;"></span><br />
<span style="font-size: large;"><br />
</span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><span style="font-size: large;">Bienaventurado el hombre cuyo grito de protesta quiso ser silenciado, encontró en la literatura el derrotero ad hoc hacia la emancipación de las palabras.</span><br />
<span style="font-size: large;"><br />
</span><br />
<span style="font-size: large;">Bienaventurado el hombre cuya res cogitans pudo ser rescatada de las catacumbas encefálicas, su semen cognitivo se reproducirá infinitamente e infinitamente resucitará, cual eterno retorno.</span><br />
<span style="font-size: large;"><br />
</span><br />
<span style="font-size: large;">Bienaventurado el hombre cuyo pensamiento fue plasmado sin intereses pecuniarios, no heredará a su ascendencia fortunas baladíes, sino a todo el mundo un vasto e invaluable patrimonio, el de la inagotable riqueza intelectual.</span>David Ayalahttp://www.blogger.com/profile/11296195059241767512noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4319175077154429072.post-42189368605154845072010-07-02T00:15:00.000-07:002010-07-02T00:20:11.080-07:00A José Saramago (R.I.P.)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiStZ6zBW_D8XzE7fExwGmi1tLv4SaABLzuePBNtjhwirT0lwXbP8nISEYnKiEcD648T7xQg7kJXBRHw5LuPCFTDVymQDsjRyLu3T0On1p2sKMXJPlwg4BeSyxgt7hISm5PRrv0zYhW8USg/s1600/saramago_no_suplemento_clarin500.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><img border="0" height="195" rw="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiStZ6zBW_D8XzE7fExwGmi1tLv4SaABLzuePBNtjhwirT0lwXbP8nISEYnKiEcD648T7xQg7kJXBRHw5LuPCFTDVymQDsjRyLu3T0On1p2sKMXJPlwg4BeSyxgt7hISm5PRrv0zYhW8USg/s200/saramago_no_suplemento_clarin500.jpg" width="200" /></span></a></div><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">No es el apocalíptico cielo, ni el apologético infierno, sino millones de corazones por ti iluminados, los únicos para custodiar eternamente el retrato onomástico del pensamiento convertido ahora en imposible adiós.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
<span style="font-size: large;"></span></span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Será la letra tu trono vitalicio, porque tu mensaje, ese que quisieron forrar con vituperios baladíes, fue hecho para driblar las saetas de la muerte.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
<span style="font-size: large;"></span></span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">La inmortalidad vino a hospedarse en tu nombre, arquetipo de la voz que no se acalla, de la palabra impertérrita y mágica, ideal para derrumbar los prístinos e inútiles alcázares, donde antaño se guardaron ciertas dolamas y delectaciones de Aquel que fue hombre.</span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
<span style="font-size: large;"></span></span></div>David Ayalahttp://www.blogger.com/profile/11296195059241767512noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4319175077154429072.post-43520157281866927742010-05-17T23:26:00.000-07:002010-05-17T23:34:12.262-07:00El significado del perdón<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: large;"></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiu2bPN66BQcBEvJWvAMpW1qy_AKxy2IZz65THWv5ItdkM2rGcS2ea5O3PP-zQ84LfhQi55fNFtw8vn7xhmaTynin5kDO7qL2ZuIA849zl0d1Fj_cU9YhI8uJRuIiIsVg5ISPM26PbPVf9u/s1600/Estanque_Yumi_Ike_1280x800-915282.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: large;"><img border="0" height="125" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiu2bPN66BQcBEvJWvAMpW1qy_AKxy2IZz65THWv5ItdkM2rGcS2ea5O3PP-zQ84LfhQi55fNFtw8vn7xhmaTynin5kDO7qL2ZuIA849zl0d1Fj_cU9YhI8uJRuIiIsVg5ISPM26PbPVf9u/s200/Estanque_Yumi_Ike_1280x800-915282.jpg" width="200" wt="true" /></span></a></div><span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif; font-size: large;">Palabra preciosa, etimológicamente derivada del prefijo <em>per </em>(por) y del verbo <em>donare</em> (donar) o del sustantivo <em>donum</em> (regalo), todos del latín plebeyo; en el latín clásico es necesario distribuir el concepto del perdón en un conjunto amplio de palabras, como <em>veniam, dare, remittere, condonare</em> y otras más, que al combinarlas podría traducirse literalmente como la acción de renunciar al derecho de sentirse ofendido y pedir castigo, para conceder una nueva oportunidad y reconstruir las relaciones de amistad u otras parcialmente quebrantadas por un agravio pretérito.</span><br />
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><br />
<span style="font-size: large;"></span></span><br />
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif; font-size: large;">Aunque he manifestado otras veces que perdonar puede verse como la simple aprobación de una venia o licencia para volver a fallar, la verdadera acepción implica un compromiso entre ofensor y ofendido de bregar juntos en la reparación moral de los daños por parte del primero (lo que comienza desde el momento de la solicitud de perdón) y por parte del segundo queda la actitud heroica y encomiable de soslayar los ardores intrínsecos del alma, entender que nadie sobre la faz de la Tierra puede ser perfecto y, por lo tanto, permitir al arrepentido una nueva oportunidad de manifestar su voluntad de cumplir su promesa de trabajar en la subsanación de las heridas que alguna vez causó.</span><br />
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><br />
<span style="font-size: large;"></span></span><br />
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif; font-size: large;">El perdón es un gran regalo de amor. Les dejo, por tanto, una creación espontánea de esta noche, que define el perdón como la admisión de que todos somos humanos y que somos proclives a errar en diferentes circunstancias de la vida, teniendo también conciencia de que existe el mandato divino de perdonar setenta veces siete, advirtiendo entonces que hacerlo una vez no es en definitiva y que al final, aun cuando explícitamente sea una licencia, existe la obligación moral de refrendarla cuantas veces sea necesario, sin desfallecimientos, como una muestra de verdadero amor al prójimo.</span><br />
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif;"><br />
<span style="font-size: large;"></span></span><br />
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif; font-size: large;">El perdón</span><br />
<span style="font-size: large;"><br />
</span><br />
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif; font-size: large;">Pero al suspenderse el backtone horrible </span><br />
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif; font-size: large;">volvieron a mimar las ondas siderales </span><br />
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif; font-size: large;">los ávidos tímpanos del fementido amante. </span><br />
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif; font-size: large;">En acto de contrición, cruzó los umbrales </span><br />
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif; font-size: large;">del maldito ego convicto de otro instante, </span><br />
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif; font-size: large;">para susurrarle en su expiación apacible: </span><br />
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif; font-size: large;">"Perdóname, soy una basura sin ti". </span><br />
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif; font-size: large;">Y el trémulo ángel escondió la herida </span><br />
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif; font-size: large;">en el inmarcesible carmen de su ternura, </span><br />
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif; font-size: large;">y allende una rosa de perdón afloró. </span><br />
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif; font-size: large;">Le dijo, a la eudaimonía decidida: </span><br />
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif; font-size: large;">"Al cabo que tú eres lo que yo elegí, </span><br />
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif; font-size: large;">y tú siempre serás una basura, </span><br />
<span style="font-family: Times, "Times New Roman", serif; font-size: large;">pero tu basurero siempre seré yo".</span>David Ayalahttp://www.blogger.com/profile/11296195059241767512noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-4319175077154429072.post-40516536010600269302010-04-26T22:56:00.000-07:002010-05-17T23:34:51.383-07:00La reconciliación como sendero hacia la paz<div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgeIdNdrBR-lex-Wz55FDOSzrf4M-9I-NKG8RfcWboixjnGp1QjTai4_IxPWg6cdKxyajfHkDfow1d6JyN_55R9c-eY4ArxbsyNlVdN6zXMB9m08eNPFKJLethaMQj_r9rhhq6xflwHeRAF/s1600/SuperFondos272.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-size: large;"><img border="0" height="150" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgeIdNdrBR-lex-Wz55FDOSzrf4M-9I-NKG8RfcWboixjnGp1QjTai4_IxPWg6cdKxyajfHkDfow1d6JyN_55R9c-eY4ArxbsyNlVdN6zXMB9m08eNPFKJLethaMQj_r9rhhq6xflwHeRAF/s200/SuperFondos272.jpg" tt="true" width="200" /></span></a></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Hace ya casi dos décadas que en El Salvador se firmaron los Acuerdos de Paz, un acontecimiento trascendental en el devenir histórico del país, que nos propiciaba un espacio muy importante para que remangáramos nuestras camisas y empezáramos a trabajar en una paz firme y duradera.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Pero la paz no puede llegar simplemente por una declaración, la paz debe irse construyendo, y mientras haya injusticias sociales no puede haber paz, porque ambos conceptos están concatenados.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Después de aquella fecha memorable se esperaba que se suscitaran cambios cruciales para preparar el camino hacia la reconciliación nacional, pero lo que existe es una transición aletargada en el tiempo, un periodo de posguerra en el que se manifiestan los mismos problemas que originaron el conflicto, algunos que inclusive se han visto agudizados.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">No han sido reducidas las brechas sociales, la riqueza nacional ha sido repartida entre las mismas elites históricas, y en el otro extremo, la población está constituida por una enorme cantidad de pobres o, en el peor de los casos, indigentes, y este sí que es un concepto entristecedor, porque el que es indigente no está en la categoría del reino animal y tampoco en la del reino humano, no tiene ni fuerza para pedir y reclamar.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Hay una gran cantidad de niños y de niñas que no van a la escuela porque simple y sencillamente no han comido esa mañana; otros ni siquiera tienen la posibilidad de asistir.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Qué alegría si todos los padres y madres pudieran enviar sus hijos a escuelas con dignidad, con matrícula y escolaridad gratuita, con suficiente comida para los niños, sobre todo sabiendo que muchos de ellos cuando llegan están tan cansados que lo que hacen es irse a dormir, y al niño que tiene hambre se le imposibilita participar, expresarse, mucho menos le es posible pensar.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">El leitmotiv de los Acuerdos de Paz descansaba en el sueño de encontrar el sendero hacia la democracia, pero continúan existiendo óbices subrepticios que de manera furtiva niegan la voluntad del pueblo soberano, aun cuando les hacen creer a los citadinos que son ellos quienes deciden.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Y es verdad que los campesinos, obreros, amas de casa, hombres y mujeres de bien, van y depositan una papeleta, pero ahí muere su participación, porque al final son otros sectores los que terminan decidiendo lo que habrá de hacerse.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">La población, por su parte, está sufriendo de un estrabismo político jamás visto, unos que miran hacia la evolución y otros hacia la involución, y de los dos hay en ambos extremos, porque la polarización no quiere decir que todo el grupo de la izquierda piense como la izquierda misma, o que todos los simpatizantes de derecha tengan las mismas convicciones conservadoras, sino siempre existen desavenencias entre las estructuras internas de cada bando, que al final ya nadie sabe qué es lo que quiere ni hacia dónde empuja.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Pero hablar de esta polarización como la otra guerra, o la guerra política, no es aseverar que todos los que están de un lado sean los malos y que todos los que están al otro sean los buenos, porque sólo la mitad de los buenos hay en un extremo como sólo la mitad de los malos hay en el otro, unos tienen la mitad de la verdad y los otros la mitad de la mentira, y se complementan los unos con los otros.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Bajo estas circunstancias, la sola firma de los Acuerdos de Paz no ha hecho posible una verdadera reconciliación, porque no han existido políticas ecuánimes de reinserción, y eso, de alguna manera, genera mohínas que terminan desatando más enfrentamientos, y los estrategas en estas batallas de posguerra son ahora los movimientos políticos, que se rasgan las vestiduras enarbolando la bandera de la justicia social, gritando a los cuatro vientos que todas sus iniciativas van siempre en función de los intereses del soberano pueblo.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">¿Pero quién es el pueblo? Son los unos y son los otros, y eso es grave, porque significa que al final la verdadera lucha no es de la izquierda contra la derecha, sino del pueblo contra el pueblo. Así fue en la guerra, 100 mil personas del lado del Ejército eran el pueblo, y otros 100 mil al lado de la Guerrilla también lo eran. Un drama siniestro.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Los Acuerdos de Paz fueron concebidos como una apertura hacia la democracia, pero cuántos pecados se comenten hoy día en nombre de la democracia, este es un concepto que dista mucho de representar efectivamente el poder del pueblo, porque no están del todo definidos sus valores y sus principios, no ha surgido una verdadera civilización donde haya respeto y tolerancia, donde los unos puedan externar sus opiniones y los otros las puedan escuchar, sin buscar puntos de encuentro.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">El camino hacia la democracia debe estar marcado por principios y por valores, por ideales, por sueños, por una ciudadanía participativa, donde nadie hable en nombre del pueblo, sino el pueblo mismo.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Los Acuerdos de Chapultepec significaron el fin de la guerra, pero no el inicio de la paz, porque la violencia no ha cesado, la pobreza y las injusticias sociales no han desaparecido del mapa de la realidad nacional, y para encontrar la verdadera paz hay que creer en la paz, hay que izar la bandera de la paz, la bandera del Pacto Roerich, y creer en la paz significa creer en la reconciliación, entender que tanto sufre la madre del interfecto como la madre del asesino, que tanto sufrió la madre de un guerrillero como la madre de un soldado, que en la guerra hubo tanta gente en un lado y tanta gente en el otro, que si uno solo de los combatientes se hubiera parado a observar hacia el bando contrario, hubiera descubierto todo un séquito de hermanos, primos y tíos, y sin duda esa visión hubiera cambiado la historia.</span></div>David Ayalahttp://www.blogger.com/profile/11296195059241767512noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-4319175077154429072.post-59410698535144097262010-04-19T19:22:00.000-07:002010-05-24T23:22:44.013-07:00¿Dónde está el amor?<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_ScHhlwCTZpeW0uxv9CCKbGVJPS2TB422O_yb5P1W5gY7ZeGc0gp-DMiLRQDeI3QnMHJiuZZ77vcu-iHUVDnhpRebBoetQGozdPQODsUF8KC4RD3t9tVnqZFdHYIZvh8ZNpvDRwdlZjF0/s1600/Mujer_en_el_Puente_1024x768-407720.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="160" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_ScHhlwCTZpeW0uxv9CCKbGVJPS2TB422O_yb5P1W5gY7ZeGc0gp-DMiLRQDeI3QnMHJiuZZ77vcu-iHUVDnhpRebBoetQGozdPQODsUF8KC4RD3t9tVnqZFdHYIZvh8ZNpvDRwdlZjF0/s200/Mujer_en_el_Puente_1024x768-407720.jpg" tt="true" width="200" /></a></div><div class="ecxMsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 20pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">Búscalo más allá de tus gustos y tus preferencias, de tus ideas y tus tradiciones, mucho más allá de tu estilo de vida, lo realmente importante y trascendental en todo esto será el sentimiento que pueda despertarse en tu corazón, que es una felicidad inefable cada vez que le sientas cerca, cada vez que escuches sus palabras y le manifiestes las tuyas.</span></span><br />
<div class="ecxMsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 20pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;">Aquí quedan fuera de contexto las viejas figuras formadas en tu cabeza, aquellas ideas de si tú eres un demonio y ella un ángel, de si tú eres oscuridad y ella luz, de si tú eres fuego y ella es agua, de si ella es paz y tú eres guerra, todas las estupideces descritas en las mal llamadas leyes de lucha de los contrarios o de la negación de la negación, que por cierto, sé que la filosofía aburre rápido, y menos mal porque cuando el amor llega se decide mandarla para siempre al diablo, no te martirizas con tanta alharaca porque has encontrado la paz, y ya no importa ni lo blanco ni lo negro, ni lo bueno ni lo malo, ni el cielo ni el infierno, ni la izquierda ni la derecha, y menos el centro, sino que lo sustancial en toda esta palabrería es que eres feliz a su lado y que, más que eso, has aprendido a amar.</span></span></div></div>David Ayalahttp://www.blogger.com/profile/11296195059241767512noreply@blogger.com4